Esta secuencia de ensueño se desarrolló a partir de su disertación, que exploró cómo la metamorfosis animada puede ser una herramienta poderosa para visualizar el inconsciente. La mezcla de imágenes puede crear nuevos significados para separarse de las ideas convencionales de tiempo y narrativa, explica. Durante la producción, Cecilia cortó, invirtió y reorganizó muchas de las escenas animadas. “Fue un proceso continuo de edición y reestructuración, donde las secuencias se movieron para desarrollar la emoción y crear un sentido de liberación”.
La materialidad de la película es fundamental para su intención. Cecilia quería que se sintiera como “una pintura animada, una imagen sin atarme de un lienzo que podría moverse y cambiar creando una experiencia inmersiva”. Ella trabajó en una variedad de materiales. La piel del protagonista estaba pintada completamente sobre vidrio, por ejemplo, para lograr un “aspecto textural y carnoso casi incómodo mientras la piel constantemente ondula y cambia”. La secuencia de los sueños estaba completamente pintada en un azulejo de baño, lo que refleja el tema de la película.
Todo esto, combinado con su paisaje sonoro en capas, se suma a la calidad profundamente inmersiva y sensorial de la película. Creado por Eleanor Fineston-Robertson, el diseño de sonido lleva un realismo incómodo. Un ventilador de techo ofrece una corriente subterránea ambiental a las capas de grabaciones de agua, hechas tanto en el estudio como en el baño de Cecilia. “En la animación, a diferencia de la acción en vivo, el mundo entero está diseñado con materiales, y el mismo enfoque meticuloso se aplica al diseño de sonido”, explica Cecilia. “Estas asociaciones inusuales e inesperadas de sonidos y imágenes son una parte realmente emocionante de la animación que no experimenta con acción en vivo”.
Después del desorientador desorientado de la película, llega un momento de catarsis cuando el protagonista parece sumergirse en un profundo cuerpo de agua, arrojando una capa de piel y desintegrando. “Esta idea de sumersión como curación y transformadora es muy identificable con tanta gente; ofrece un camino para trascender nuestros seres físicos”, dice Cecilia. Poroso fue una respuesta al trauma, pero Cecilia eligió retratar esto sutilmente a través del simbolismo y el estado de ánimo. “Mi objetivo era evitar crear algo que se desencadenara o molestar. Al no permitir que estos temas dominen la película, creo que en última instancia se convierte en una expresión más poderosa de aceptación y liberación”.