Desde el anuncio del 2 de abril de Trump de los nuevos aranceles, una ola de incertidumbre ha envuelto el comercio transatlántico, sacudiendo los mercados y arrojando dudas sobre el futuro de la cooperación económica de la Unión Europea-Estados Unidos.
En respuesta, la UE ha buscado nuevas formas de diversificar las asociaciones comerciales y ha explorado las oportunidades para profundizar los lazos con otras economías importantes como China.
Según el presidente de la Comisión, Europa está “completamente despierta” y tiene la oportunidad de desempeñar “un papel importante en el nuevo orden mundial que está emergiendo lentamente”.
“Ahora debemos usar este impulso para abrir nuevos mercados para nuestras empresas y establecer una relación lo más cercana posible con muchos países que tienen los mismos intereses que nosotros”, dijo.