Arqueólogos han descubierto los restos óseos de cuatro personas —dos niños, un adolescente y un adulto— en un sitio en Perú que data de mucho antes del florecimiento de los incas.
En el Valle de Virú, al norte de Perú, los arqueólogos desenterraron los restos esqueléticos de cuatro individuos que fueron enterrados hace aproximadamente 3.800 años, miles de años antes de que los incas dominaran la región.
Los entierros de los dos niños, un adolescente y un adulto fueron hallados en lo que parece ser un templo, según un comunicado traducido del equipo de investigación. Todos los individuos fueron encontrados recostados de lado y parecen estar orientados hacia una montaña, según el comunicado. Junto a los cuerpos, se encontraron bienes funerarios como colgantes de piedra y conchas de caracol.
Estos entierros datan de una época en la que los habitantes de Perú estaban construyendo grandes edificios, incluyendo pirámides tempranas, y utilizando cerámica a gran escala. Estos nuevos hallazgos son solo los más recientes en el sitio arqueológico de Queneto, en el norte de Perú, donde los arqueólogos han estado excavando durante más de 50 años. El sitio corresponde al período Formativo Temprano (circa 1800 a 900 a.C.) y es anterior al Imperio Inca, que floreció en la región andina de América del Sur y perduró desde alrededor del año 1200 hasta la década de 1530.
El templo que contiene los entierros fue construido con paredes de canto rodado unidas con yeso de arcilla. Las paredes del templo presentan esquinas curvas, y se han encontrado fragmentos de cerámica en el sitio. Es posible que el templo estuviera asociado con un culto relacionado con el agua, según el comunicado.
Jason Nesbitt, profesor asociado de antropología en la Universidad de Tulane, quien no está involucrado en las excavaciones, elogió el trabajo del equipo. “Estoy sumamente impresionado con este proyecto, y estas investigaciones demuestran aún más la importancia de este valle durante el segundo milenio antes de Cristo”, dijo Nesbitt en un correo electrónico a Live Science.
“En la actualidad, hay relativamente pocos entierros de este período”, añadió Nesbitt, señalando que estos cuatro entierros “ayudarán a los arqueólogos a examinar la diferenciación social basada en el estatus, la edad y el género”.