Estados Unidos cayó a su clasificación más baja en la edición 2025 del Informe de felicidad mundial en medio de un creciente aislamiento social y polarización política, mientras que Finlandia y otros países nórdicos permanecieron en la cima del índice.
Publicado el jueves por el Wellbeing Research Center de la Universidad de Oxford en asociación con Gallup y la Red de Solutiones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, el informe evalúa varios factores, incluidas la salud, la riqueza, la libertad, la generosidad y la libertad de la corrupción, para medir la felicidad general entre las sociedades basadas en evaluaciones autoinformadas de 147 países.
Finlandia continuó en el primer puesto este año, seguido de Dinamarca, Islandia, Suecia, Países Bajos, Costa Rica, Noruega, Israel, Luxemburgo y México.
En la parte inferior del índice, Afganistán clasificó el más bajo, seguido de Sierra Leona, Líbano, Malawi, Zimbabwe, Botswana, la República Democrática del Congo, Yemen, Comoros y Lesotho.
Estados Unidos ocupó el puesto 24, un lugar más bajo que el año pasado, continuando su trayectoria descendente desde un máximo del 11º lugar en 2012, cuando comenzó la encuesta.
El informe destacó la creciente infelicidad en los Estados Unidos, señalando una preferencia creciente por comer solo.
“En 2023, aproximadamente uno de cada cuatro estadounidenses informó haber comido todas sus comidas solo el día anterior, un aumento del 53 por ciento desde 2003”, declaró el informe.
“Comen la sola se ha vuelto más frecuente en todos los grupos de edad, pero especialmente entre los jóvenes”.
El informe también señaló un aumento en “Muertes de la desesperación” en los Estados Unidos, lo que contradice una tendencia global a la baja. Desde 2000, tales muertes han disminuido en un 75 por ciento en 59 países, aunque siguen siendo altos en naciones como Corea del Sur y Eslovenia.
Los investigadores sugirieron que el aumento de la infelicidad puede contribuir a la creciente polarización política, una tendencia también observada en Europa.
“La disminución de la satisfacción de la vida explica el aumento general de los votos contra el sistema, pero la confianza en los demás entra en juego. Entre las personas infelices atraídas por los extremos del espectro político, aquellos con poca confianza se encuentran con mayor frecuencia en la extrema derecha, mientras que las personas de alto ajuste están más inclinadas a votar por el extremo izquierdo”, señaló el informe.
La sensación de aislamiento social en los Estados Unidos contrasta con países como México, que irrumpieron en la lista de los 10 países más felices este año. Según el informe, factores como compartir regularmente comidas y vivir en hogares más grandes contribuyen al bienestar.
“Compartir comidas tiene un fuerte impacto en el bienestar subjetivo, a la par con la influencia de los ingresos y el desempleo”, declaró el Informe de Felicidad Mundial. “Esto es cierto en todas las edades, géneros, países, culturas y regiones”.
Los hogares más grandes también “ofrecen una ventaja potencial en fomentar interacciones sociales positivas”, lo que puede explicar por qué México y Costa Rica, clasificados sexto este año, obtienen puntajes como muchos países europeos a pesar de tener una riqueza general más baja, según el informe.
“Las sociedades latinoamericanas, caracterizadas por tamaños de hogares más grandes y fuertes lazos familiares, ofrecen valiosas lecciones para otras naciones que buscan un bienestar más alto y más sostenible”, agregó el informe.
Otro hallazgo clave fue la fuerte correlación entre la felicidad y la creencia de que alguien devolvería una billetera perdida. Aunque aparentemente un pequeño acto, Jon Clifton, CEO de Gallup, enfatizó que refleja fuerzas sociales más profundas.
“La felicidad no se trata solo de riqueza o crecimiento económico: se trata de confianza, conexión y conocer las personas con la espalda”, dijo en el informe. “Si queremos comunidades y economías más fuertes, debemos invertir en lo que realmente importa: el uno al otro”.
La cohesión social y una robusta red de seguridad social eran características comunes de los países de más alto rango.