Los ingenieros de la Universidad del Noroeste han desarrollado el marcapasos más pequeño del mundo, que está activado por la luz y puede inyectarse de manera no invasiva, ofreciendo un nuevo tratamiento potencial para los recién nacidos con defectos cardíacos congénitos. Jacqueline Howard de CNN Health habla con un ingeniero biomédico sobre el marcapasos del tamaño de un sésamo.








