China ha tenido la ambición de convertir la aviación global en un mercado de “ABC”: romper el duopolio de Airbus y Boeing con la entrada de aviones chinos de clase mundial.
Ahora, el fabricante de aviones chinos está duplicando los planes para expandir su flota para incluir modelos de cuerpo ancho, incluida una respuesta autodesarrada al icónico jumbo jub de Boeing.
Ingrese el C929 y C939.
Comac parece centrado en el láser en producir sus propios revestimientos capaces de emprender vuelos de larga distancia, un esfuerzo que no solo está impulsado por la demanda del mercado sino también los factores políticos y estratégicos.
“No hay muchos otros productos de ingeniería que no sean grandes aviones que sean tan visibles, tan reconocibles”, dijo David Yu, profesor de la Universidad de Nueva York Shanghai especializado en financiamiento de aviación.
“Al igual que América y Europa, China tiene muchas razones para desarrollar y volar a los cuerpos ancho de cultivo que reflejan su estado y ambiciones”.