En regiones como Medio Oriente y el norte de África, el 76 por ciento de los encuestados creía que la mayoría de los 11 tropos antisemitas de la encuesta eran ciertos. Es preocupante que alrededor de la mitad de los encuestados en Asia, Europa del Este y África subsahariana también mantuvieran altos niveles de actitudes antisemitas. Y si bien América, Europa Occidental y Oceanía tenían niveles relativamente más bajos de actitudes antisemitas, descubrimos que alrededor de uno de cada cinco adultos todavía albergaba estos sentimientos.
Estos datos deben ser una llamada de atención. El antisemitismo no es una cuestión abstracta: es una amenaza que se manifiesta en violencia, odio y erosión de la cohesión social. Hemos visto esto incluso en países con los niveles más bajos de actitudes antisemitas, incluidos América del Norte y Europa Occidental, en los muchos y horribles incidentes antisemitas perpetrados por una minoría pequeña, ruidosa y violenta.
El desagradable incidente que tuvo lugar en los Países Bajos Hace apenas unos meses, en la ciudad donde Ana Frank una vez se escondió de los nazis, hay un ejemplo demasiado real de este fenómeno.
Sin embargo, en medio de estos alarmantes hallazgos, la encuesta también identificó vías para un cambio posible y urgente. Es alentador que el 57 por ciento de los encuestados reconociera que el odio hacia los judíos es un problema grave en el mundo. Pero eso es sólo el comienzo.
Los gobiernos y líderes de todo el mundo deben adoptar una postura contra el antisemitismo y todas las formas de odio. Las palabras de condena ya no son suficientes. Necesitamos leyes sólidas sobre delitos de odio que castiguen la conducta intolerante y al mismo tiempo brinden protecciones tangibles a las comunidades vulnerables. Por ejemplo, las protecciones legislativas para los judíos y la educación específica sobre el Holocausto para los estudiantes jóvenes pueden ayudar a mitigar los efectos nocivos de estas actitudes antijudías desenfrenadas.
Además, para mitigar la amenaza siempre presente del antisemitismo y proteger a las comunidades judías, los gobiernos, las organizaciones internacionales y las ONG deben adoptar e implementar la Directrices globales para combatir el antisemitismo. La seguridad es un derecho muy básico.