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3 maneras de criar a los niños para pacientes en un mundo de fijación instantánea: un psicólogo

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Ningún padre tiene todo resuelto desde el principio, pero a través de prueba y error y mucho amor, puedes crecer junto a tus hijos. En el libro Un niño contento en 28 díasEl psicólogo de Harvard, Richard Bromfield, expone un enfoque estructurado para romper ciclos de indulgencia excesiva y criar niños que están emocionalmente seguros y realmente contentos.

Mientras explora lo que hace que los niños se sientan satisfechos, también advierte sobre un obstáculo creciente en la crianza moderna: la cultura de la gratificación instantánea. Atrás quedaron los días de esperar los dibujos animados del sábado por la mañana o ahorrar durante meses para comprar un juguete. El entretenimiento está disponible con un toque de pantalla; Las compras generalmente llegan en cuestión de horas y las recompensas vienen con poco o ningún esfuerzo.

Bromfield argumenta que cuando los niños reciben constantemente lo que quieren en el momento que lo quieren, luchan por desarrollar paciencia y resiliencia. En su libro, identifica algunas de las formas más comunes en que los niños modernos experimentan una gratificación instantánea y cómo los padres pueden contrarrestar estos patrones.

La importancia de la gratificación tardía

Una de las formas más efectivas de contrarrestar la gratificación instantánea es enseñar a los niños a esperar. Bromfield enfatiza que la gratificación retrasada es una habilidad que debe desarrollarse activamente, ya que el mundo actual rara vez la hace cumplir de forma natural.

A Estudio 2024 publicado en Ciencia del desarrollo aplicada Realizado en Singapur examinó cómo la gratificación retrasada afecta el desarrollo de los niños pequeños. Los investigadores siguieron a casi 3.000 preescolares durante dos años. Medieron la capacidad de los niños para esperar una recompensa, su memoria de trabajo y su autocontrol. Más tarde, evaluaron el logro académico de los niños y los patrones de comportamiento.

Los hallazgos sugieren que los niños que eran mejores para retrasar la gratificación a una edad temprana se desempeñaron mejor en la lectura y las matemáticas y tuvieron menos problemas de comportamiento más adelante. El estudio también encontró que el autocontrol y la memoria de trabajo jugaron un papel clave en el desarrollo de la paciencia. Esto refuerza el argumento de Bromfield de que aprender a esperar no se trata solo de disciplina, sino que se trata de dar forma al éxito a largo plazo de su hijo.

Aquí hay tres formas en que puede hacer que sus hijos se sientan más cómodos con la gratificación retrasada.

1. Creación de 'experiencias de espera' en la vida diaria

Bromfield argumenta que esperar debería ser una experiencia normal y cotidiana para los niños. Puede implementar períodos de espera intencionales, como retrasar el tiempo de pantalla hasta que se completen las tareas, lo que hace que sus hijos ahorren artículos no esenciales o establecen una regla familiar donde deben esperar 10 minutos antes de obtener un refrigerio.

Estos pequeños ejercicios cotidianos entrenan a los niños para tolerar la frustración y desarrollar el autocontrol, lo que hace que la paciencia sea un hábito natural. Un factor crucial que influye en la capacidad de un niño para retrasar la gratificación se basa en cómo perciben “recompensas”.

Investigación publicado en Fronteras en psicología descubrieron que los niños que se centran en el logro personal y el éxito (valores de autoevaluación) tienen más probabilidades de esperar una recompensa mayor, mientras que aquellos que priorizan la seguridad y la tradición (valores de conservación) prefieren las recompensas inmediatas porque pueden no confiar en que vendrá la recompensa futura.

Esto sugiere que la motivación de un niño para retrasar la gratificación está influenciada tanto por su deseo de mayores recompensas como de su confianza en recibirlos. Aquí hay algunas formas prácticas en que puede crear experiencias de espera para ayudar a sus hijos a desarrollar paciencia y autocontrol.

  • Introducir recompensas “ganadas”. En lugar de acceso inmediato a juguetes o golosinas, ate a los logros basados ​​en el esfuerzo (por ejemplo, completar las tareas antes de ver la televisión). Esto ayuda a los niños a asociar recompensas con paciencia y esfuerzo en lugar de esperar una gratificación instantánea.
  • Use un enfoque de “guardar para gastar”. Dé a los niños oportunidades para ahorrar artículos especiales, ya sea dinero, calcomanías o tokens que se acumulan hacia una recompensa mayor. Esto ayuda a reforzar la idea de que la gratificación retrasada conduce a mejores recompensas en el futuro.
  • Enseñe el pensamiento abstracto sobre las recompensas. Ayude a los niños a pensar en un regalo como un objeto (por ejemplo, “esto es solo una galleta redonda” en lugar de “esto es algo delicioso que quiero ahora”) para reducir la tentación inmediata.

Si bien retrasar la gratificación no siempre es la opción correcta, tener la capacidad de hacerlo cuando sea necesario es crucial para el éxito a largo plazo. Sin las habilidades para manejar el control de los impulsos, los niños pueden tener dificultades para tomar decisiones reflexivas y estratégicas a medida que crecen.

2. Dejar que el aburrimiento haga su trabajo

En una era de estimulación constante, el aburrimiento se ha convertido en algo para evitar a toda costa. En el momento en que un niño expresa incluso el más mínimo toque de inquietud, los padres a menudo se apresuran a llenar el vacío, que aguanta sobre una tableta, enciende un espectáculo o ofrece un juguete nuevo. Sin embargo, Bromfield argumenta que el aburrimiento no es un problema, es una necesidad.

El aburrimiento actúa como un catalizador crucial para la creatividad y la resolución de problemas. Cuando un niño queda sin ninguna distracción instantánea, su cerebro se ve obligado a participar en un pensamiento imaginativo.

Investigación publicado en el Revista de inteligencia Explora cómo interactúan los niños pequeños con la tecnología, revelando que cierto nivel de distracción y deambulación mental puede mejorar el aprendizaje, especialmente cuando es apoyado por un cuidador. Esto se demostró a través de un estudio de caso de Ryan, un niño menor de menos de tres años, quien se le presentó a un iPad por primera vez.

El estudio encontró que:

  • La deambulación mental puede mejorar el aprendizaje. Cuando Ryan experimentó momentos de distracción pero permaneció comprometido, desarrolló habilidades de navegación más fuertes. Su capacidad para cambiar entre aplicaciones y explorar nuevas características demostró creatividad y resolución de problemas.
  • Las emociones dan forma a los resultados del aprendizaje. Si bien la frustración combinada con el aburrimiento puede obstaculizar el progreso, cuando el aburrimiento se combina con curiosidad y persistencia, fomenta la creatividad y las habilidades más profundas de resolución de problemas.

Estos hallazgos sugieren que permitir a los niños pequeños experimentar momentos de peso mental, en lugar de redirigir constantemente su atención, puede apoyar el desarrollo cognitivo, particularmente cuando se guía por un cuidador de apoyo.

Cuando los niños son rescatados habitualmente del aburrimiento, nunca desarrollan la capacidad de entretenerse, lo que provoca inquietud y una mayor dependencia de fuentes externas de entretenimiento.

Bromfield enfatiza el hecho de que debe dejar que su hijo se siente con aburrimiento y permitirles el espacio para encontrar formas naturalmente de ocuparse. También puede modelar esto participando en actividades más lentas y sin pantalla para que los niños vean el aburrimiento como una oportunidad para la creatividad en lugar de la incomodidad.

Además, establecer un tiempo estructurado “desenchufado” cada día, donde los niños no tienen acceso a pantallas o entretenimiento previamente planificado, puede ayudarlos a redescubrir la alegría del juego autodirigido y la curiosidad. Con el tiempo, esta práctica los entrena para abrazar los momentos no estructurados en lugar de buscar una gratificación inmediata a través del entretenimiento pasivo.

En última instancia, Bromfield argumenta que cuando permite que los niños experimenten momentos naturales de quietud, les están ayudando a desarrollar creatividad y resistencia emocional, bases que les servirán mucho mejor en la vida que cualquier distracción instantánea.

3. Usando 'no ahora' en lugar de 'no'

Bromfield presenta la estrategia “no ahora”, un enfoque de crianza que enseña a la paciencia a los niños y retrasó la satisfacción al posponer, en lugar de negar sus solicitudes.

Este método reconoce los deseos de un niño mientras establece límites claros, ayudándoles a desarrollar la resiliencia emocional y el autocontrol. Por ejemplo, si un niño pide un regalo antes de la cena, en lugar de decir “no”, un padre podría responder: “No ahora, pero puede tener uno después de comer”. Esta respuesta asegura al niño que su solicitud es válida al refuerzo de la idea de que las recompensas vienen con el tiempo apropiado.

La efectividad de esta estrategia se alinea con los hallazgos del reconocido experimento de malvavisco Stanford realizado por el psicólogo Walter Mischel en la década de 1970. Este estudiar Mostró que los niños que podían esperar una recompensa más grande en lugar de tomar una inmediata, tendidos para tener un mejor rendimiento académico, hábitos más saludables y una autodisciplina más fuerte más adelante en la vida.

Para implementar con éxito la estrategia “no ahora”, los padres deberían:

  • Establecer expectativas claras. Especifique cuándo y bajo qué condiciones se otorgará la solicitud.
  • Ser consistente. Reforzar regularmente este enfoque ayuda a los niños a internalizar el concepto de espera.
  • Ofrecer alternativas atractivas. Proporcionar una distracción, como una tarea pequeña o una actividad diferente, hace que el período de espera sea más manejable.

Al incorporar “no ahora” en las interacciones cotidianas, los padres crean una forma estructurada de ayudar a los niños a desarrollar la paciencia, comprender los límites y aprender que, si bien se reconocen sus necesidades, la satisfacción instantánea no siempre es la respuesta.

Parenting a largo plazo

La crianza de los hijos no se trata de la perfección. Se trata más de guiar a los niños para convertirse en individuos resistentes e independientes.

En esencia, la crianza de los hijos se trata de prepararse: la obtención de niños construye la confianza para crear su propia alegría y la fuerza para esperar lo que realmente importa. Es importante recordar que su trabajo es darles las herramientas para construir una vida significativa para ellos mismos.

¿La crianza de los hijos se siente más agotadora que gratificante por usted? Tome esta prueba respaldada por la ciencia para averiguar si está experimentando “agotamiento de los padres”: Evaluación de agotamiento de los padres

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