Las opciones de tela refuerzan la actitud: Denim que se siente demasiado rígida, sedas que parecen casi ingrávidas, los tejidos se estiran y se detienen en formas desconocidas. Hay tensión en cada aspecto, un choque entre el refinamiento y la crudeza, el glamour y el absurdo. Un botón nítido puede ser exagerado en tamaño, un delicado vestido deslizante en capas debajo de un blazer casi grotesco de gran tamaño. Vaquera no crea atuendos; crea declaraciones.
Los accesorios sirven como signos de puntuación: cinturones gigantes que se vuelven agresivamente, botas que se sienten demasiado grandes, guantes que se extienden mucho más allá de la practicidad. Aquí hay humor, pero no es descuidado. Cada detalle exagerado es una decisión consciente, un retroceso contra lo esperado.