En 1968, a Tudor se le ocurrió lo que se convertiría en una característica de la firma: la mano de Snowflake Hour. El New Black Bay 68 señala la ocasión con una serie de cambios para la popular línea de buzos. Lo más notable es su tamaño de 43 mm, lo que aumenta la tendencia actual de relojes más pequeños con una caja sustancial de acero inoxidable combinado con un brazalete de 3 enlaces con cepillo de manchas con flancos lisos en los enlaces y un cierre ajustable T-Fit. Su fabricación calibre el movimiento automático de calibre MT5601-U, que se certifica a la tanto COSC como a las metas como un cronómetro maestro, alimenta las manos de la hora, el minuto y los segundos. Las manos están llenas de super-luminova, al igual que los marcadores geométricos de la hora. Una esfera suavemente radial en azul o plateado de Tudor permite que el reloj reaccione a la luz, mientras que un bisel de sincronización giratoria unidireccional y 200 metros de resistencia al agua le dan al reloj serios chuletas de buceo.