Marlborough puso a Nueva Zelanda en el mapa mundial de vinos con Sauvignon Blanc, pero visitar no es tan sencillo como otras regiones vinícolas cercanas. Carece de la infraestructura turística de áreas populares como Hawke's Bay, Waiheke Island o Central Otago. Y sin las obvias rutas de degustación de vinos y las fincas de lujo de alto perfil que puede encontrar en Napa o en Borgoña, saber a dónde ir requiere algo de planificación.
Marlborough Es la región vinícola más grande de Nueva Zelanda, con casi 30,000 hectáreas de viñedos, aproximadamente dos tercios del total del país. Sauvignon Blanc domina, que comprende el 72 por ciento de producción nacional de vino y 85 por ciento de las exportaciones. Blenheim es la puerta de entrada principal a Marlborough, que ofrece hoteles boutique y alojamientos para motores, así como algunos pubs locales donde puedes absorber algo más que el enlace.
Pero el vino es solo parte del sorteo. Las vías fluviales y la costa proporcionan algunos de los mejores mariscos de Nueva Zelanda, incluidos los famosos mejillones de labios verdes de la región. Los visitantes pueden recorrer en automóvil, bicicleta o transporte guiado, moviéndose entre salas de degustación (muchos de los cuales se conocen como “puertas de bodegas” aquí) que van desde productores conocidos hasta pequeñas operaciones de cita.
Picotóna solo 30 minutos en coche de Blenheim, es un viaje de un día fácil y ofrece la oportunidad de ver la región desde el agua. La pequeña ciudad portuaria es la puerta de entrada a los sonidos de Marlborough, donde los visitantes pueden dar un paseo pintoresco en ferry a través de las calmadas y las vías fluviales con punta de isla. El verano es el mejor momento para ir, con largas horas de día y brisas cálidas en el agua. (No olvide: el verano generalmente cae entre los meses de diciembre y febrero en el hemisferio sur).
Mientras esté en el área, vale la pena visitar la verdadera bahía nublada, el tramo de la costa que inspiró el nombre de la famosa bodega local, donde la luz cambiante en el Océano Pacífico y su horizonte interminable te hacen sentir como si estuvieras al borde del mundo.
Esta guía desglosa a dónde ir, qué beber y cómo aprovechar al máximo la visita a la región vinícola más importante de Nueva Zelanda.








