Pero no se trata solo de evitar hábitos dañinos, sino que también se trata de adoptar los protectores. Nutrir su cuerpo con alimentos integrales, dormir lo suficiente y manejar el estrés a través de la atención plena o la conexión social, todos contribuyen a una vida más larga y saludable. Incluso pequeños turnos, como intercambiar alimentos procesados por comidas densas en nutrientes, dar caminatas diarias o priorizar el sueño, pueden hacer una diferencia medible.