Revisar: La película establece una premisa convincente, aparentemente preparada para desafiar las normas sociales sobre el género, el dominio y la sumisión. Nicole Kidman ofrece una actuación apasionante como romy, retratando a una mujer cuya confianza y autoridad en la sala de juntas contrastan fuertemente con su vulnerabilidad. Ella aporta profundidad al papel, capturando el conflicto interno de un personaje dividido entre su deseo de control y su creciente dependencia emocional de Samuel. Harris Dickinson también ofrece una actuación sólida, exudando una intensidad tranquila que hace que su personaje sea intrigante. Sin embargo, el guión no desarrolla completamente la historia o motivaciones de Samuel, dejándolo sintiéndose algo unidimensional. Si bien su dinámica con Romy es convincente, nunca alcanza el nivel de complejidad psicológica que podría haber elevado la película.
Visualmente, Babygirl es impresionante. Su elegante cinematografía y iluminación de mal humor mejoran la sensación de tensión e intimidad entre los protagonistas. Las opciones estéticas de la película crean un aire de sofisticación, lo que se suma al encanto de la relación central. Sin embargo, la narración no coincide con la elegante presentación de la película. La historia se desarrolla de una manera algo predecible, y si bien plantea preguntas interesantes sobre los desequilibrios de poder y la manipulación emocional, no tiene momentos genuinamente impactantes o subversivos. Si bien la película coquetea con transgresión, en última instancia sigue siendo más un drama visualmente pulido que una exploración verdaderamente provocativa de sus temas.
Una de las deficiencias más importantes de la película es su renuencia a impulsar aún más sus temas. Presenta una tensión que rompe el tabú pero nunca adopta completamente los aspectos más oscuros y más complejos de su tema. El resultado es una película que se siente más sobre la atracción a nivel de superficie que una inmersión profunda en los fundamentos psicológicos de tal relación. En comparación con otras películas que han abordado temas similares con más audacia, Babygirl se siente como si se detenga justo cuando debería inclinarse. A pesar de estos defectos, Babygirl sigue siendo un reloj atractivo, en gran parte debido a la fuerza de sus actuaciones y su seductora atmósfera.