No pasó mucho tiempo para que el juego de comodines de los Philadelphia Eagles contra los Green Bay Packers diera a todos algo de qué hablar.
En la patada inicial, el apoyador de los Eagles, Oren Burks, atacó al regresador de patadas de salida de los Packers, Keisean Nixon, con un golpe masivo que provocó un balón suelto. Las Águilas se recuperaron.
Ese gran éxito no fue el final de los fuegos artificiales. La repetición pareció mostrar que Nixon recuperó el balón cuando el scrum comenzó a acumularse encima de él. La jugada fue revisada, como lo son todas las pérdidas de balón, pero para anular el llamado de una recuperación de los Eagles tenía que haber evidencia clara de que Nixon se recuperó y se aferró a ella.
“¿Qué tan claro puede ser cuando hay 12 personas encima de él?” Dijo el locutor de Fox, Tom Brady.
No hubo evidencia suficiente para anular la decisión y los Eagles mantuvieron la posesión.
También había motivos para quejarse sobre la naturaleza del golpe cuando Burks hizo contacto casco con casco con Nixon durante la entrada.
Filadelfia anotó con un touchdown de Jahan Dotson poco después, y apenas 1:39 después del juego los Eagles tenían una ventaja de 7-0.
Ése es exactamente el escenario soñado por los entrenadores de fútbol que hablan de marcar la pauta con el juego físico, especialmente en un partido de playoffs. También fue muy afortunado para los Eagles que una revisión no anulara su recuperación.








