Revisar: El thriller de espionaje del director James Hawes es una adición poco convencional al género: acertar una acción de alto octanaje y héroes suaves con elegantes dispositivos. Sin embargo, no escatima en las emociones, eligiendo en cambio un enfoque más cerebral y nerd.
Escrito por Ken Nolan y Gary Spinelli, y basado en la novela del mismo nombre de Robert Littell en 1981, la película sigue a Charlie Heller (Rami Malek), un incómodo analista de la CIA que se propone vengar el asesinato de su esposa. La premisa, un marido afligido que asume criminales peligrosos, es un tropo cinematográfico familiar, en capas de elementos fórmulas como persecuciones, espionaje y entornos pintorescos en París, Marsella, Estambul y Rumania.
Lo que distingue a la película es la caracterización y el ingenio de su venganza, a la vez que uno de los culpables, Gretchen Frank (Barbara Probst), sobre el polen, encerrándola dentro de una cabina de aislamiento, por ejemplo. Otro punto culminante es una piscina de vidrio en un skyrise desmoronado. No es un espía de bucle, pero su inteligencia se convierte en su arma más mortal.
Incluso en medio de las persecuciones y las explosiones, la película se aferra a su núcleo emocional, retrata la pérdida personal y la soledad con la profunda profunda. También explora la ambigüedad moral y la carga que viene con la elección de un camino de violencia. Una subtrama que involucra dinámica interna de la CIA y una conspiración condenatoria agrega una capa adicional de intriga. Mientras que algunos hilos permanecen inexplicables y algunos de los planes de Charlie entran en su lugar demasiado convenientemente, estos defectos no rayan de la emoción general de la narrativa.
Rami Malek brilla como el nerd solitario en un camino de guerra, llevando gravedad al papel del criptógrafo rebelde. El hecho de que nunca se convierta en un asesino hábil agrega una capa de realismo a su personaje. Laurence Fishburne es convincente como el asesino encargado de entrenar a Charlie. Rachel Brosnahan es efectiva en su breve papel, aunque se siente subutilizada. Jon Bernthal, Caitriona Balfe, Holt McCallany y Julianne Nicholson ofrecen fuertes actuaciones en todos los ámbitos.
El aficionado se inclina más hacia la planificación inteligente que la fuerza bruta, ofreciendo una versión refrescante del thriller espía. Si bien evita el molde de género típico, es un reloj apasionante con suficiente acción e intriga.








