Kawasaki es bien conocido por sus motocicletas. Están aplicando esa experiencia a un concepto de movilidad completamente nuevo con el Corleo. Similar a un caballo robótico, tiene cuatro patas equipadas con pezuñas de goma que le permiten abordar todo tipo de terreno. Se controla a través de cambios de peso que se detectan a través de los pasos y el manillar, monitoreando continuamente los movimientos para convertirse en una extensión del jinete. Un motor de hidrógeno de 150cc genera la potencia para las unidades de accionamiento en cada una de las piernas, y un panel de instrumentos digitales muestra información de orientación, nivel de hidrógeno y puede proyectar marcadores en el camino que se avecina por la noche. Como con cualquier concepto este extravagante, no se han anunciado planes de producción.