El cáncer es una palabra desalentadora que nadie quiere escuchar, pero afecta a millones de vidas en todo el mundo. Si bien algunos factores, como la genética y las exposiciones ambientales, están fuera de nuestro control, las elecciones cotidianas que tomamos pueden desempeñar un papel importante en aumentar o reducir nuestro riesgo. Desde lo que comemos hasta cuánto nos movemos; Los pequeños hábitos de estilo de vida pueden tener un gran impacto. Comprender estos riesgos y hacer cambios simples puede capacitarnos para llevar vidas más saludables y libres de cáncer.
Fumar: la principal causa de cáncer
Fumar es uno de los factores de riesgo más importantes para el cáncer, responsable de casi el 90% de pulmón Muertes de cáncer. El humo del tabaco contiene más de 7,000 productos químicos, con al menos 70 carcinógenos conocidos.
Tipos de cáncer vinculados al fumar:
- Cáncer de pulmón (más común y más mortal)
- Cáncer de garganta y laringe
- Cáncer de boca y esófago
- Cáncer de vejiga
- Cáncer de páncreas
- Cáncer de riñón
- Cáncer de cuello uterino
- Cáncer de estómago e hígado
Pobre dieta: lo que come importa
Una dieta pobre es un contribuyente significativo al cáncer, que representa aproximadamente el 30-35% de todos los casos. Los alimentos poco saludables pueden conducir a la obesidad, la inflamación y la exposición a sustancias nocivas, todos los cuales aumentan el riesgo de cáncer.
Alimentos que aumentan el riesgo de cáncer:
- Carnes procesadas (tocino, salchichas, hot dogs): clasificadas como cancerígenas por la OMS
- Carne roja (carne de carne, cerdo, cordero): vinculado al cáncer colorrectal
- Bebidas azucaradas y carbohidratos refinados: contribuyan a la obesidad y la inflamación
Alcohol – Aumenta el riesgo de cánceres de hígado, mama y digestivos- Alimentos fritos y quemados: alto en acrilamida, un probable carcinógeno
Falta de actividad física: el factor de riesgo silencioso
Un estilo de vida sedentario es un factor de riesgo importante para el cáncer. La actividad física regular ayuda a regular las hormonas, reducir la inflamación y mantener un peso saludable.
Cánceres vinculados a la inactividad física:
Cáncer de mama: los niveles más altos de estrógeno en individuos inactivos aumentan el riesgo.
Cáncer de colon: el ejercicio acelera la digestión, reduciendo la exposición a sustancias nocivas.
Cáncer de endometrio: la actividad física ayuda a regular la insulina y los estrógenos.
Cáncer de pulmón: las personas activas tienen una mejor función pulmonar y un menor riesgo.
Cáncer de próstata: el ejercicio regular puede ayudar a reducir las formas agresivas.
Consumo excesivo de alcohol: un peligro oculto
Beber alcohol aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer, incluso en cantidades moderadas.
Cánceres vinculados al alcohol:
La boca, la garganta y el cáncer de esófago: el alcohol daña los revestimientos de los tejidos.
Cáncer de vejiga urinaria: el consumo de alcohol a largo plazo aumenta el riesgo.
Cáncer de hígado: la enfermedad hepática inducida por el alcohol y la cirrosis aumentan el riesgo.
Cáncer de mama: incluso el bajo consumo de alcohol aumenta los niveles de estrógeno.
Cáncer colorrectal: el alcohol afecta la digestión y las bacterias intestinales.
Cáncer de estómago y páncreas: el consumo de alcohol crónico promueve el desarrollo tumoral.
Exposición excesiva al sol: el riesgo de cáncer de piel
Demasiada exposición al sol, especialmente sin protección, es una causa importante de cáncer de piel. La radiación ultravioleta (UV) daña las células de la piel, lo que lleva a mutaciones que pueden causar cáncer.
Tipos de cáncer de piel causado por la exposición al sol:
Carcinoma de células basales (BCC): más común, de crecimiento lento y rara vez se propaga.
Carcinoma de células escamosas (SCC): más agresivo, puede extenderse si no se trata.
Melanoma: Lo más peligroso, puede extenderse rápidamente a otros órganos si no se detecta temprano.
Estrés crónico: una amenaza a largo plazo
El estrés crónico puede debilitar el sistema inmunitario y aumentar el riesgo de cáncer con el tiempo. El manejo del estrés a través de la atención plena, el ejercicio y las técnicas de relajación puede ayudar a reducir este riesgo.
Sueño inadecuado: el factor de riesgo pasado por alto
La mala calidad del sueño y la privación crónica del sueño están vinculadas a un mayor riesgo de varios tipos de cáncer. El sueño es esencial para la reparación celular, la función inmune y la regulación hormonal.
Cánceres vinculados al sueño deficiente:
Cáncer de mama: Niveles de melatonina interrumpidos aumentar el estrógeno.
Cáncer de próstata: las alteraciones crónicas del sueño aumentan el riesgo.
Cáncer colorrectal: inflamación y cambios metabólicos debido al sueño deficiente.
Cáncer de pulmón y hígado: la privación del sueño aumenta el estrés oxidativo, dañando los órganos.
¿Cómo puede reducir el riesgo de cáncer?
Dejar de fumar
Después de 5 años: el riesgo de cáncer de boca, garganta y vejiga cae en un 50%.
Después de 10 años: el riesgo de morir por cáncer de pulmón se reduce a la mitad.
Después de 15-20 años: el riesgo de cánceres relacionados con el tabaquismo es casi tan bajo como el no fumador.
Coma una dieta para combatir el cáncer
Frutas y verduras: rico en antioxidantes, vitaminas y fibra.
Granos integrales: reduzca el riesgo de cáncer colorrectal.
Legumas y nueces: proporcione fibra y grasas saludables.
Gras saludables (aceite de oliva, aguacates, nueces): tienen propiedades antiinflamatorias.
Té verde y cúrcuma: contienen compuestos para combatir el cáncer.
Mantente físicamente activo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda:
150-300 minutos de ejercicio moderado (por ejemplo, caminar enérgico, ciclismo) por semana, o
75-150 minutos de ejercicio vigoroso (por ejemplo, correr, nadar) por semana.
Entrenamiento de fuerza al menos 2 días a la semana.
Limitar el consumo de alcohol
No existe un nivel completamente seguro de alcohol con respecto al riesgo de cáncer. Sin embargo, cuanto menos beba, menor será su riesgo.
La Sociedad Americana del Cáncer recomienda:
Hombres: No más de 2 bebidas por día.
Mujeres: No más de 1 bebida por día.
Protéjase de la radiación UV
Use protector solar: SPF 30+ con protección de amplio espectro, vuelva a aplicar cada 2 horas.
Use ropa protectora: sombreros, gafas de sol y mangas largas ayudan a bloquear los rayos UV.
Busque sombra: evite la exposición directa al sol, especialmente entre las 10 a.m. y las 4 pm.
Evite las camas de bronceado: emiten rayos UV dañinos que aumentan el riesgo de cáncer.
Revise su piel regularmente: busque lunares, manchas o crecimientos nuevos o cambiantes.
Dormir lo suficiente
La National Sleep Foundation recomienda:
Adultos (18-64 años): 7 a 9 horas por noche.
Adultos mayores (más de 65 años): 7 a 8 horas por noche.
El cáncer es una batalla difícil, pero la buena noticia es que muchos factores de riesgo están bajo nuestro control. Al tomar decisiones conscientes, como dejar de fumar, comer alimentos nutritivos, mantenerse activos, reducir el alcohol, proteger nuestra piel y dormir lo suficiente, podemos dar pasos poderosos para reducir nuestro riesgo de cáncer. Los pequeños cambios cotidianos pueden conducir a un futuro más saludable. La prevención no se trata de revisiones drásticas; Se trata de dar un paso a la vez para crear una vida que priorice el bienestar. Las opciones que hacemos hoy pueden dar forma a un mañana más saludable.
Dr. Neelesh Reddy, consultor – oncólogo médico, Hospital Manipal Yeshwanthpur.