Poan Pan ama a la gente, y a él le encanta dibujarlos. En cada una de sus ilustraciones encontrará una figura, o algunas, que se dedican a su vida cotidiana, vierte café, andar en bicicleta o tocando en una banda. Poan se inspira en cada uno de sus obras de su cuaderno de bocetos diario, que está “lleno de observaciones de postura humana”, algo que Poan ve como un “diccionario de ideas”. Poan no solo tiene la intención de capturar las peculiaridades y especificidades de la postura y el movimiento humanos, sino también algo más intangible: la “calidez y humanidad” de las personas, y la forma en que sus cuerpos se conectan entre sí, objetos y sus alrededores.
Poan estudió para una licenciatura en el diseño de comunicación gráfica en Central Saint Martins, y después de graduarse en 2021 pasó varios años en el Reino Unido antes de regresar a Taipei para continuar su búsqueda de “narración de historias a través de la ilustración y el diseño”. En julio pasado, Poan participó en una residencia de bellas artes en Kaohsiung que “reavivó” su amor por las técnicas analógicas, y ahora se ha encontrado incorporando texturas de crayón y acuarela en su trabajo digital. Para inspirar otros elementos de su trabajo, Poan encuentra que su creatividad es mejor provocada por Wanderings sin rumbo, sin un destino específico en mente. “Para mí, la ilustración es más que crear imágenes: se trata de expresar observaciones y adoptar una vida sofisticada”, termina, “encontrar alegría incluso en los momentos más pequeños”.