El liderazgo hoy requiere una recalibración audaz. La dependencia tradicional de los planes estratégicos exhaustivos (lineal, rígido y a menudo miopic) ha llevado a las organizaciones a una zona de confort peligrosa. Ser planificado es ordenado y lógico; mapea una hoja de ruta ordenada. Pero cuando el inevitable caos ataca, esa hoja de ruta es poco más que un recuerdo de lo que podría haber sido. Ser preparadoSin embargo, es dinámico, creativo y resistente, una estrategia para prosperar cuando ocurre lo impensable.
¿Quieres estar preparado frente al caos? Empoderar a su equipo para que no tenga miedo y esté listo para cualquier cosa.
Planeado vs. preparado: una distinción de liderazgo crítico
Los planes mejor atacados son sistemáticamente defectuosos porque asumen un futuro controlable. En realidad, el ritmo de la interrupción exige no solo la previsión, sino la flexibilidad. “Para tener éxito, debemos explorar múltiples futuros posibles durante la planificación estratégica. Nuestro objetivo es estar preparado para el futuro para que podamos impulsar el cambio, no solo reaccionar a él ”, comenta Taneli Ruda, director de estrategia de Thomson Reuters.
La investigación de McKinsey destaca la necesidad de flexibilidad, describiendo el entorno actual como un permacrisis—Se un período prolongado de inestabilidad que requiere que los líderes respondan a los desafíos más rápido que nunca (Instituto Global McKinsey). Si solo estás planeado, eres vulnerable. La preparación, por otro lado, desarrolla agilidad. Se trata de tener opciones (Plan A, B, C o Z, y la mentalidad creativa para girar entre ellas sin problemas.
Los líderes preparados hacen las preguntas correctas en tiempo real:
- ¿Qué está pasando ahora?
- ¿Qué es posible con los recursos que tengo?
- ¿Quién puede ayudarme a adaptarme?
Esta capacidad de conectar los puntos entre variables inesperadas es lo que alimenta la verdadera resiliencia.
Mata a la empresa: la mentalidad de preparación
En 2012, en un sitio fuera del sitio para una unidad de negocios con GE, el equipo estaba luchando con la planificación estratégica. Era un ritual cansado y exhaustivo que no había creado movimientos audaces o los resultados que necesitaban. Estaba liderando la sesión y tuve que pivotar rápidamente al grupo para participar mejor. Así que los desafié a matar a su compañía. Sí, literalmente. Este ejercicio provocativo obliga a los equipos a identificar vulnerabilidades, imaginar cómo los competidores podrían superarlos y desmantelar los sistemas que han creado. ¿Por qué? Porque identificar las debilidades de manera proactiva lo hace inquebrantable.
El ejercicio fue un gran éxito. Le dio a los equipos un enfoque estructurado para identificar fallas comerciales y solucionarlos. Hizo que los equipos participen y expresen preocupaciones sin miedo ni represalias. Proporcionó espacio para echar un vistazo a su negocio que necesitaban desesperadamente. El resultado fueron cientos de ideas sobre cómo eliminar los obstáculos, los problemas de apuntalamiento y crear nuevas ventajas y convertirlas en sus competidores.
Cuando los equipos arreglan sus defectos antes Se convierten en crisis, no solo planean el futuro, sino que se están preparando para ello. Este enfoque permite la planificación creativa de escenarios, donde las estrategias no solo están encerradas en un resultado predecible. En cambio, se flexionan con realidades cambiantes.
La preparación es la creatividad en la acción
Estar preparado es menos sobre teniendo un plan y más sobre edificio adaptabilidad a su ADN. Es el arte de alinear recursos no relacionados para satisfacer las necesidades impredecibles. Es la disciplina del pensamiento más allá de lo obvio. La preparación desata el mayor activo de un líder, la creación, y lo convierte en una ventaja estratégica.
Cuando su organización adopta la preparación, no solo está reaccionando a cambiar; lo estás masterizando. Entonces, continúe, da la vuelta a la hoja de ruta rígida. Diseñe un futuro donde sus equipos estén listos para cualquier cosa.








