Su riesgo de morir prematuramente podría no ser tan equilibrado entre la naturaleza y la crianza como se pensaba anteriormente.
El antiguo enigma filosófico puede estar un paso más cerca de ser resuelto a medida que los científicos han descubierto que los factores ambientales y de estilo de vida representan un mayor riesgo de muerte temprana que las genéticas.
Una nueva investigación, de un equipo de Oxford Population Health, descubrió que factores como el fumar y el estado socioeconómico podrían representar aproximadamente el 17 por ciento de su riesgo de muerte prematura, mientras que la genética representaron solo el 2 por ciento del riesgo de mortalidad de Mayor enfermedades.
Los principales factores ambientales y de estilo de vida que afectan el riesgo de mortalidad prematura de una persona fueron fumar, el estado socioeconómico, la actividad física y las condiciones de vida. Fumar era