Imagine ser uno de los millones de estadounidenses que necesitan un reemplazo de cadera o rodilla debido a la osteoartritis. Dolor severo, actividad física reducida, incapacidad para realizar muchas tareas rutinarias: los síntomas pueden ser realmente debilitantes.
Pero si es obeso o con sobrepeso, existe una buena posibilidad de que su cirujano ortopédico se niegue a brindar atención. Como un paciente le dijo al New York Times De su médico, “me dijo que volviera cuando había perdido 30 libras”.
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26 de enero