Con sede en Burdeos con patrimonio francés, libanés e inglés, Zoé Maghamès Peters es un ilustrador autodidacta con experiencia en ciencias sociales. Esto informa cómo ve e interpreta el mundo: “La ilustración es otra forma de explorar ideas”, explica. Sus imágenes coloridas y táctiles a menudo difuminan las líneas entre el juego y la poesía, combinando símbolos familiares de nuestra vida cotidiana en composiciones abstractas.
Originalmente entrenado en el dibujo de tinta, Zoé ahora funciona digitalmente, capas de texturas escaneadas en procreado para retener un estado de ánimo analógico. Ha trabajado en proyectos editoriales y de publicación con clientes como Penguin Random House, Cosmopolitan Italia, Bon Appetity Pequeñas mentiras blancas. Su trabajo se basa en un conjunto ecléctico de influencias: desde el trabajo de vidrio Art Nouveau hasta portadas de álbumes de los 70 y revistas para adolescentes japoneses hasta la moda de los años 1930.
En cuanto al tema, “Naturalmente gravito hacia los alimentos, las plantas, los animales y el comportamiento humano”, dice ella. “Últimamente, he estado obsesionado con ilustrar el perfume”. Esta dimensión sensorial se extiende a lo largo de sus ilustraciones, desde formas giratorias que hacen eco del movimiento de aroma, hasta composiciones que se sienten como ensuebles pero fundamentadas, ancladas por artículos familiares como bolsos, verduras o mascotas. “Las plantas y los animales me permiten contar una historia o establecer una atmósfera sin depender de la representación humana”, dice ella. “Permite un enfoque más poético o simbólico”.








