Tenemos muchos comunicados de prensa aquí en Pymnts. Consideramos todos ellos, y algunos son más de interés periodístico que otros. Pero este realmente llamó nuestra atención. La semana pasada, Diebold Nixdorf titulares con su anuncio de instalar con éxito dos nuevas máquinas de cajero automatizadas (ATM) en la estación McMurdo de la Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU. En la Antártida. Este logro marca un hito significativo en la accesibilidad bancaria, sin duda. Nos gustaría conocer a la tripulación que los instaló. También nos gustaría saber por qué necesitaban dos. ¿Hubo una línea en la primera? Más por venir eso.
Según Diebold, la estación de McMurdo es el mayor centro de investigación y logística de la Antártida, que apoya a una población fluctuante que varía desde menos de 200 residentes durante los meses de invierno hasta hasta 1.100 personas durante el verano (octubre hasta febrero). La presencia de estos cajeros automáticos es crucial, dice, ya que las próximas instalaciones bancarias más cercanas están a miles de millas de distancia, lo que los convierte en los únicos cajeros automáticos en todo el continente. ¿Cómo es eso para una propuesta de valor?
Los cajeros automáticos de la serie DN están diseñados para una disponibilidad siempre activa. ¿Y por qué necesitan dos? Un cajero automático está activamente en uso, mientras que el segundo sirve como copia de seguridad para piezas de repuesto, asegurando un servicio ininterrumpido en este área aislada. Estas máquinas están conectadas al motor de datos DN AllConnect, que aprovecha la conectividad de Internet de las cosas (IoT), el aprendizaje automático y la inteligencia artificial (IA) para monitorear su rendimiento. Un equipo dedicado agrega y analiza continuamente datos técnicos para identificar posibles problemas, permitiendo diagnósticos y reparaciones remotas. El cajero automático puede ser mantenido por el personal capacitado en la estación NSF McMurdo, o el equipo de servicio Diebold Nixdorf puede guiarlos de forma remota a través del proceso de reparación.
De todos modos, nos hizo pensar. ¿Hay otros cajeros automáticos sorprendentes en ubicaciones extremas? Bueno, por supuesto, hay. Aquí hay una muestra de lo que encontramos.
Campamento base de Mount Everest: banca de gran altitud
A una altitud de aproximadamente 5,364 metros (17,600 pies), el Monte del campamento base del Everest En Nepal es otro lugar inesperado para encontrar un cajero automático. Aunque no es un accesorio permanente y a menudo se establece estacionalmente, atiende a escaladores y excursionistas que necesitan efectivo para transacciones locales. Este servicio de cajero automático temporal subraya la adaptabilidad de los servicios bancarios en entornos extremos.
La selva amazónica: banca en la jungla
En algunas partes del Selva amazónicaparticularmente en Brasil y Perú, los cajeros automáticos se pueden encontrar en pequeños pueblos y pueblos. Estas máquinas son vitales para las comunidades locales, proporcionando acceso a efectivo en áreas donde las opciones de pago digital pueden ser limitadas. La presencia de cajeros automáticos aquí demuestra cómo los servicios bancarios pueden llegar incluso a las comunidades más remotas.
Nagqu, China: el cajero automático más alto
Ubicado en la región autónoma del Tíbet, Nagqu es el hogar de uno de los cajeros automáticos más altos en el mundo. Esta región es muy remota, con una infraestructura limitada, lo que hace que la presencia de un cajero automático sea un ejemplo notable de accesibilidad bancaria en entornos extremos.
Mil Islas, Indonesia: cajero automático flotante
En las mil islas (mil islas) frente a la costa de Yakarta, Indonesia, hay un cajero automático flotante. Este cajero automático único sirve a la comunidad local y a los turistas en las islas, lo que demuestra cómo los servicios bancarios pueden adaptarse a los entornos marinos aislados.
Longyearbyen, Noruega: el cajero automático más al norte
Longyearbyen, el centro administrativo del archipiélago de Svalbard en Noruega, se jacta de el cajero automático más norte. Esta ubicación es uno de los lugares habitados más remotos de la Tierra, con acceso limitado a Noruega continental, lo que hace que el cajero automático sea un servicio vital para residentes y visitantes.
En una nota más seria, la instalación de cajeros automáticos en lugares como la Antártida y otras ubicaciones remotas resalta la naturaleza en evolución de la tecnología bancaria. Con los avances en IoT, IA y diagnósticos remotos, se está volviendo cada vez más factible proporcionar servicios bancarios en áreas previamente consideradas inaccesibles. Mientras miramos hacia el futuro, será interesante ver dónde más los cajeros automáticos pueden aparecer. Ya sea en una isla remota, en la cima de una montaña o incluso en el espacio, la capacidad de acceder al efectivo se está volviendo más universal que nunca. ¿Y quién sabe? Tal vez algún día, veremos un cajero automático en Marte, sirviendo a los primeros viajeros interplanetarios.
Por ahora, la presencia de cajeros automáticos en lugares inesperados nos recuerda que la banca no se trata solo de transacciones; Se trata de conectar a las personas y las comunidades de todo el mundo, no importa cuán remotos puedan ser.