ATLANTA – Nueva investigación revela que continúa la tendencia de la era de la pandemia de quedarse en casa y realizar menos actividades fuera de casa.
Y aparentemente está afectando a las personas y a la sociedad en muchos niveles, desde la psicología hasta la sociología y la economía.
Lo que sabemos:
El estudio de la Universidad de Clemson y los Institutos de Estudios de Transporte de UCLA muestran que desde 2019, los estadounidenses han reducido el tiempo que dedican a actividades fuera del hogar en casi una hora por día. El tiempo medio de actividades fuera del hogar cayó de 334 minutos o 5,5 horas por día a 271 (4,5 horas) en 2021.
La historia de fondo:
Los hábitos formados durante los confinamientos por el COVID-19 han llevado a una adopción generalizada del estilo de vida “hogareño”.
Eric Morris, uno de los investigadores, señaló: “El comer y beber en bares y restaurantes también ha disminuido. Quizás necesitemos menos compras, algo que la gente hace menos. Quizás necesitemos menos restaurantes”. También destacó los desafíos para los bienes raíces comerciales y los municipios, y agregó: “Algunas áreas municipales se están viendo muy afectadas por la falta de oficinas y sus centros de la ciudad están teniendo muchos problemas para recuperarse”.
Por qué debería importarle:
El cambio hacia menos actividades fuera del hogar impacta las economías locales, los negocios minoristas y la planificación urbana. El menor tráfico peatonal en los establecimientos minoristas ha creado desafíos para los bienes raíces comerciales y la infraestructura de la ciudad, lo que ha llevado a los investigadores a considerar ajustes en proyectos futuros.
¿Qué sigue?
A medida que estas tendencias continúan, es posible que los planificadores urbanos y los municipios deban repensar la infraestructura para adaptarse a la menor demanda de espacios comerciales y de restauración. Esto podría incluir la reutilización de áreas infrautilizadas o la creación de espacios más centrados en la comunidad para satisfacer las necesidades cambiantes.