tExiste un enorme potencial para que la IA transforme nuestro mundo para mejor. Desde permitir la detección temprana de enfermedades y acelerar el descubrimiento de fármacos, Además de abordar desafíos ambientales críticos mediante el descubrimiento de nuevos materiales sostenibles, la IA ya está avanzando en algunos de los problemas más difíciles de la sociedad.
A medida que la IA remodela nuestro mundo, algunas personas se muestran escépticas y los líderes enfrentan un desafío crítico: ¿Cómo aprovechamos responsablemente el potencial de la IA?
La implementación exitosa de un producto exige más que excelencia técnica. Requiere un cambio fundamental en la forma en que las organizaciones abordan la innovación, la participación de las partes interesadas y las soluciones. Para ganarse la confianza de la gente, los líderes deben colaborar con las comunidades locales, hacer operativa la responsabilidad corporativa y centrarse en la creación de soluciones para el mundo real.
Las innovaciones más impactantes se construyen en asociación con las comunidades a las que deben servir. Para lograrlo, las organizaciones deben ir más allá de la gestión tradicional de las partes interesadas y crear canales de colaboración auténticos con voces expertas, desde especialistas en ética y académicos hasta las poblaciones locales.
Cuando incorporamos voces externas al proceso de desarrollo desde el principio, creamos tecnología que refleja mejor la amplitud y profundidad de la experiencia humana. Por ejemplo, mi equipo colabora con investigadores académicos. Entonces, para amplificar el impacto de nuestros avances científicos en el mundo real, creamos un acelerador de impacto dedicado para fomentar estas asociaciones y permitir su trabajo.
Los líderes deberían considerar la creación de equipos para amplificar el impacto en el mundo real a través de asociaciones académicas y comunitarias. Nuestros eventos y conversaciones con el público han dado lugar a aplicaciones más útiles y relevantes a nivel local.
Además de la participación de las partes interesadas, es vital crear procesos internos que garanticen el más alto nivel posible de desarrollo tecnológico. No se trata de ser cauteloso hasta el punto de quedar paralizado; más bien, se trata de construir procesos sólidos que nos permitan innovar e iterar de manera responsable.
El éxito de los proyectos de IA a menudo depende de qué tan bien las organizaciones ponen en práctica su compromiso con la atención. Una mejor práctica es desarrollar marcos que incorporen consideraciones éticas y medidas de seguridad en el tejido de cualquier proceso de investigación y desarrollo como elementos fundamentales, no como ideas posteriores. Una implementación exitosa requiere una estrecha colaboración con quienes comprenden profundamente su producto y su audiencia. Estos expertos pueden resaltar posibles dificultades y oportunidades y garantizar que su producto se integre perfectamente en la vida diaria de las personas.
En Google DeepMind, esto se manifiesta de varias maneras: desde nuestro consejo de liderazgo multifuncional, que brinda retroalimentación continua sobre la investigación, hasta nuestros marcos integrales para el desarrollo de la IA. Estas estructuras no son obstáculos burocráticos; son herramientas esenciales que nos permiten construir sistemas de IA manteniendo la alineación con los valores humanos.
El antídoto contra la aprensión en torno a la IA es crear productos que resuelvan problemas reales y luego resaltar esas soluciones. Las organizaciones pueden involucrar a las partes interesadas desde el principio y establecer procesos internos para poner en funcionamiento la atención, pero aún necesitan ganarse la confianza de la gente.
Cuando se percibe que la IA agrega un valor claro, es más probable que la gente la adopte. La IA ya impulsa la tecnología que permite que las baterías de los teléfonos duren más, mejora las recomendaciones de películas y canciones y permite mapas y traducciones más efectivos. Recientemente, Google DeepMind anunció GenCast, un modelo de inteligencia artificial que puede ofrecer información precisa. previsiones meteorológicas de 15 días. Ese es el tipo de IA que deberíamos construir. No es sólo una solución que ayuda a las personas a responder mejor a fenómenos climáticos extremos como tormentas, sino que también es una solución práctica que mejora la vida cotidiana.
Ninguno de nosotros tiene todas las respuestas sobre el futuro de la IA. Pero garantizar que nuestros avances tecnológicos sirvan a los mejores intereses de la humanidad es un imperativo empresarial y moral.